Esa misma bandera que yo saco con orgullo, juegue la selección de fútbol o vaya a comprar el pan. Parece ser que en este país donde el progresismo abunda, llevar la bandera de tu país, sin ningún tipo de escudo, solo con ver los colores rojo y gualda a más de uno le sale un sarpullido y es un claro síntoma de fascismo, palabra que les encanta utilizar a los progres aunque se podían mirar el ombligo, quizás encuentren demasiada mierda.
Y tirando del patriotismo más puro, al que no le gusta que se joda, somos pobres pero orgullosos; es un defecto pero también una grandeza. Forjamos un Imperio, descubrimos un Nuevo Mundo, derrotamos al ejército más poderoso del mundo cuando tuvo la osadía de invadirnos y nos levantamos cuando nos estuvimos mal. Tenemos motivos para ser orgullosos, un orgullo que va mucho más allá de una selección de fútbol o de cualquier deporte, y que no solo me hace levantarme del sillón cuando marca Iniesta.
Y desde aquí decir, que hoy, me siento igual de orgulloso, que cualquier otro día de ser español y que el fútbol, Nadal, Alonso o Gasol me dan alegrías pero el sentimiento de ser español siempre va conmigo, mas allá de éxitos deportivos.
SIEMPRE ORGULLOSO |
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