3 de diciembre de 2012

17 DE FEBRERO DE 1996: EL DÍA QUE TODO EMPEZÓ


Por aquél entonces yo tenía 11 años, era un niño y me gustaba el fútbol sí, pero no más que por ejemplo el baloncesto, el cual practicaba, al igual que el fútbol. Y como cualquier niño, era muy susceptible de todo lo que veía.

Yo veía el fútbol y por supuesto, mi mente infantil no veía ni sentimientos, ni colores, ni leches en vinagre. Veía que ganaba el Barza una liga, pues ¡¡toma! yo del Barza, veía que era el Madrid, pues yo camiseta del Madrid que pedía para reyes y así transcurrió la cosa, como buen crió inocente, camiseta del Barza incluida que rondo por casa (quien me lo iba a decir ahora y lo bien que me lo pasaría con ella y un mechero) hasta que llego dicho día.

Tengo vagos recuerdos, de esos días previos, como es lógico. Yo jamás había ido a un campo de fútbol, ni si quiera al de mi ciudad. Unos días antes de esta fecha, se que mi tío, madridista como el solo, me cogió por banda y me dijo "el sábado nos vamos al Bernabeu". Feliz, como niño apasionado del fútbol que era, me fui más contento que unas castañuelas.

Fue mi primer partido en el Bernabeu y
Tirando de archivo. Mijatovic 1996
de ese día si que me acuerdo, como si fuera ayer. Un RMCF - Valencia, yo nervioso al entrar, como si de una mañana de reyes se tratara. Nada más entrar, vino a mi esa sensación de asombro, de quedarte boquiabierto, de que se para todo cuando entras al estadio y ves el Bernabeu por primera vez. Yo en primera fila con mi tío, os aseguro que desde ahí el fútbol no se ve, pero a mi eso poco me importaba, tenía a pocos metros a mis referentes, a los jugadores que todo niño de 11 años quiere parecerse de mayor. Del partido poco me acuerdo, en el Valencia jugaba, tal vez os suene, un tal Mijatovic, pelo engominado echado para atrás....ya sabéis. El partido ¿cómo acabó? con un triste y decepcionante, y más para un crió, 0-0.

Sé que salí con un berrinche de cojones por no haber visto ningún gol, pero algo había cambiado. La sensación de entrar al estadio y quedarme mudo, ojiplático, y con unas ganas brutales de volver, sabiendo y ya, para siempre, que ese era mi equipo, a pesar del 0-0 que la noche deparó.

Llegué a casa con la ilusión lógica y una sonrisa de oreja a oreja, fui a mi habitación y rebusqué en los cajones, se que había algo que no quería volver a tener, la camiseta del Barza. La cogí y con gusto la tiré a la basura.

Ese día empezó todo. Ese día que vi el Bernabeu por primera vez. Un día que no vi ganar al RMCF, pero que todo cambió. Desde ese día, hasta la fecha, he vuelto al Bernabeu muchas veces, no tantas como las que me gustaría y más ahora que lo vivo y siento como algo más. He visto partidos de todas las maneras en ese estadio, en primera fila, colgado del palo de la bandera, sentadito en grada y pobre de que me levantara, incluso en un palco VIP (el peor partido que he vivido en el Bernabeu, de largo, y que no entiendo como a la gente le gusta verlo así) y por supuesto "detrás de la portería". Tener claro, donde de verdad, he vivido el fútbol y lo que el RMCF supone, en ese estadio, porque como "detrás de la portería" no se vive en ningún sitio. Algo que te cambia tu manera de ver el fútbol y que después de probarlo, sabes que no quieres verlo de otra manera.

Creo que desde ese día, 17 de Febrero de 1996, vivo este equipo como algo más que "ser de un equipo de fútbol". Desde ese día en el que todo cambió, en el que el Bernabeu me conquisto, tengo muy claro que para mi esto, llamado Real Madrid Club de Fútbol, es mi pasión y mi locura.

Habrá quién lo entienda, habrá quien no, pero solo deciros que...





SOLO ENTIENDE MI LOCURA QUIEN COMPARTE MI PASIÓN

2 comentarios:

  1. Buenísimo camarada, he recordado mi primer día en el templo y quería felicitarte por el post. Me quedo con tu última frase. Enhorabuena, de verdad.

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