El público se marcha, el estadio ya está vacío, se apagan los focos y el ambiente recupera su tranquilidad usual. La vorágine de cámaras, fotógrafos y flashes que arrastra consigo el fútbol moderno ha terminado, volvemos a ser los de siempre, los de verdad.
Desde ya, la prensa deportiva ha puesto en marcha un sin fin de rumores, de ríos de tinta, de humo multicolor, rellenando las paginas de sus panfletos con fichajes, contratos y acontecimientos que supuestamente sucederán el año que viene. A mi, y creo que a muchos, eso no nos interesa ni lo más mínimo. Lo único que tengo claro, lo único que necesito tener claro acerca de la próxima temporada, es precisamente, que cumpliremos otra, que las banderas y bufandas de cada uno de vosotros, del Nacional-Madridismo, estarán presentes cada tarde en Chamartín, que retumbaran las voces y los ánimos de los incansables del Fondo Sur del Bernabéu, y que, aunque me duela, sólo ellos apoyaran incondicionalmente. Y quizás algunos madridistas sin complejos desde su butaca pero que desgraciadamente ya se encargarán, los piperos o la seguridad del club de sentarles.
Y es que cuando las cosas van bien es muy fácil, mucho, ser madridista y sentir este escudo, pero los que piensan como yo saben, que no hay nada más placentero que ir contra corriente, que el corazón late más fuerte cuando destrozas tu garganta las noches en las que los nuestros lo pasan mal. Que el orgullo es mayor cuando sabes que tú, eres uno de esos incondicionales que jamás dará la espalda a los suyos en el campo, que nunca los dejará tirados. Que perteneces a esos que nunca abandonaran su nave cuando esta se hunde. Que no hay nada más bello que las lágrimas que derramas por tu equipo, que a los de verdad nos importan un bledo los medios de comunicación, sus derechos comerciales y su bilis. Que lo nuestro es la pasión, es un sentimiento. Sé que nunca lo entenderán, y en verdad estoy treméndamente orgulloso de ello. Por eso huimos del maremágnum de la modernidad y amamos la tradición, los valores y el sentimiento del fútbol de antes.
Por todo esto, yo estoy tan agradecido a José Mourinho, porque como nosotros jamás se escondió, jamás rehuyó el combate, porque a diferencia de tantos otros nunca retrocedió y peleó hasta el último día por algo tan noble y justo como defender unos ideales con los que me identifico, y por eso, le pese a quien le pese, su legado perdurará tanto tiempo, por eso nunca olvidaré los tres años de madridismo salvaje que nos hizo vivir. Siempre será uno de los nuestros.
Hoy comienza una nueva etapa que espero esté repleta de victorias y de alegrías, pero que sobre todo, destaque, como la anterior, por haber marcado un antes y un después en la historia de nuestro club, por un madridismo salvaje, por lucha, por entrega y dedicación absoluta, por una defensa incondicional de lo nuestro y los nuestros, por el enorme orgullo que nos da sentir este escudo en el pecho.
No quiero terminar estas líneas sin dar las gracias a todos aquellos que han dedicado de forma desinteresada horas y horas de su tiempo en la preparación de tifos, en todos aquellos que han sido participes de la animación y han creado ambientes mágicos como el de la noche del Dortmund, a todos los que en definitiva han conseguido que cada día seamos más. Honor.
‘’Donde tu estés,allí estaré’’
Entrada de: @sencomc
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